Un alimento halal es aquel que no contiene, o ha estado en contacto directo, con ningún ingrediente o sustancia considerada desde el punto de vista religioso como no permitido o impuro.
Así, por ejemplo, se consideran halal o permitidos en tanto no estén mezclados con ingredientes o sustancias no permitidas:
- Frutas y verduras, y sus derivados (jugos, mermeladas, salsas, etc.)
- Granos y legumbres, y sus derivados (sopas, cremas, etc.)
- Leche y sus derivados (crema, mantequilla, queso, yogur, etc.)
- Miel y sus derivados
- Animales de rebaño sacrificados apropiadamente y sus derivados (carne, materia grasa, gelatina, etc.)
- Aves (excepto de presa) sacrificadas apropiadamente
- Productos del mar (pescados, mariscos, algas, etc.)
- Productos fúngicos y microbianos con ciertas condiciones